más blanco que la nieve
ecce enim veritatem dilexisti
incerta et occulta sapientiae tuae manifestati mihi
asperges me hyssopo et mundabor
lavabis me, et super nivem dealbabor.
mas tú amas la verdad en lo íntimo del ser,
y en lo secreto me enseñas la sabiduría.
rocíame con hisopo y seré limpio,
lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
pregunta a los libros y ellos te responderán, pero cuidado con lo que preguntas, tu vida puede cambiar, para siempre...
4 comentarios:
Eso es muy verdad. Mientras menos sé, menos temo, más tranquilo estoy.
Mientras más sé, temo, y no puedo estar sosegado.
Besos
Hay dos vertientes: la del dicho popular La ignorancia es felicidad, frase absolutamente certera, y como dijo en su momento la maravillosa escritora Iris Murdoch, Solo el conocimiento nos hace verdaderamente libres. ¿Y cómo poder negar esta auténtica realidad?.
Yo no sé qué pensar; a veces me vilipendio y hasta me siento asquerosamente bien por ser más listo o saber más de algo que otra persona, lo cual no deja de ser egocentrismo barato con el que a veces no quiero sentirme identificado. Otras, quisiera poder librarme del todo del conocimiento de causa que muchas veces destruye y quema mi mente cruelmente.
¿Con qué me quedo, con el saber o con la ignorancia?. ¿Y no soy sino acaso un ignorante ya en tantas cosas?. Ah, qué gran dilema...
Creo que es mejor sentirse ignorante, así no hay tiempo de encender lo que sabemos en nuestra contra y seguimos conociendo....
;-)
Menos mal que luna agua me lo aclaró. No había entendido el post. Estoy de un brutote últimamente...
Yo sólo sé que no sé nada y además me gusta mi ignorancia si me permite no sufrir. Un gramo más de sufrimiento y experimentaría una sobredosis.
Besos
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