ojos que no ven...
no sabía a qué hora se había dormido, ni siquiera, si había conseguido dormir algo o todo era una gran resaca, un buen pedo, una juerga más en cama de todos y en brazos de nadie.
¿qué le impulsaba a continuar haciendo siempre las mismas cosas? ¿qué fuerza interna le llevaba a terminar siempre tirado en algún rincón inmundo del peor tugurio?
¿qué afán autodestructivo le urgía a relacionarse con esa gente, cuya única misión consistía en absorber hasta la última gota la poca energía positiva que le quedaba?
¿por qué se empeñaba en ser infeliz?
no podía pensar más allá de ese preciso momento. el martilleo que asolaba su cerebro, enmudecía más, si cabe, su anulada voluntad.
un día apareció flotando en el muelle del puerto. los peces celebraban con algarabía unos ojos tan sabrosos...
1 comentario:
buena descripción del estado en que mueren algunas personas, que quizá dejaron de considerarse personas
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