oh, gracias!
estaba apoyado en la barra de aquel bar tan cutre que había al lado del instituto.
ese día nos saltamos filosofía, creo que kant. yo apuraba mi caña de cerveza con la mirada perdida, los otros jugaban una partida de diana. un viernes más, nuevo fin de semana, el pedo nuestro de cada día, los mismos bares, la misma gente, el mismo hedor.
me aburría.
sentía una vacío enorme, un hastío indescriptible de mí mismo y de mi entorno.
y te vi llegar.
me saludaste, sonreíste y sin darme ni cuenta, pasamos el día hablando de nada y descubriéndonos todo.
cogí tu mano, te apoyaste en mi hombro y oh, gracias!
salvaste mi vida.
4 comentarios:
Ansío una salvación asi.
Besos
Espero que la encuentres, como espero que todos la encontremos en lo que sea o en quien sea, es lo de menos, salvarnos de todo lo podrido que nos rodea. Besos
A veces, cuando menos te lo esperas, una mano es la que te saca de la desesperación. Eso, simplemente, pasa. Y cuando pasa, te das cuenta de que por momentos así es por lo que merece la pena seguir adelante...
al menos por el -intervalo de- Tiempo que duren Mis Ojos en ese Espacio donde Alguien Salva. me Veo Salvada, en verdadera compañía y con Nada para intentar pasar.
tan Hermoso...y Es un Regalo, cierto?
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